Asamblea Feminista QNK colabora con la proyección del Documental “Yo decido. El tren de la Libertad”

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Hoy se estrena en diversos puntos de la geografía española el documental “Yo decido. El tren de la libertad”. El largometraje ha sido realizado por el Colectivo de Mujeres Cineastas contra  la Reforma de la Ley del Aborto. Son un grupo de más de ochenta directoras de cine españolas surgido de la pasada manifestación del 1 de Febrero en Madrid en favor de mantener la actual ley de libertad sexual. El lugar de estreno del documental  en Cuenca será en el Callejón de Belén (en San Antón) a las 22.00. La proyección del documental cuenta con la colaboración de CCOO de Cuenca, el colectivo feminista de Cuenca, y la Asamblea Feminista QNK.

El colectivo de mujeres cineastas recalca que no es un largometraje de uso comercial, sino que pretenden con ello protestar por la coacción de la libertad sexual femenina con la nueva reforma de la Ley del Aborto.  A partir del día 11 de Julio la película estará a disposición de todos los ciudadanos de forma gratuita en Internet.

Asamblea Feminista QNK

Mis Notas sobre el documental Inside Job

Resumen Del Documental Inside Job

Cartel de la película

Cartel de la película

El documental Inside Job está estructurado en 6 partes. La Introducción comienza mostrando como Islandia pasó de ser una economía con una estructura financiera estable y regulada; a levantar las medidas reguladoras al mercado financiero, con unas consecuencias desastrosas para el medio ambiente, y para la economía nacional. Islandia privatizó los tres bancos nacionales más grandes : Islandsbanki, Kaupbing y glitnir. En cinco años estos tres bancos (que nunca habían operado fuera del país ) pidieron prestado a las arcas nacionales, 120 millones de dólares.  Concedían préstamos compulsivamente, siguiendo un esquema PONZI, por el cual se le cobra intereses a los inversores por su propio dinero invertido, o por el de otros inversores, de manera que sólo ganan los primeros accionistas. El precio de la vivienda se duplicó. Las auditoras norteamericanas no encontraron nada raro en los bancos islandeses. Las Agencias de riesgo sentenciaron que Islandia era una inversión segura calificándolas con la máxima puntuación.

Parte uno. Cómo llegamos aquí. Después de la gran depresión, en Estados Unidos existía una fuerte regulación bancaria . Los bancos tenían prohibido especular con los ahorros de sus clientes. La administración Reagan comenzó un periodo de 30 años de desregulación. En 1982  el gobierno levantó la regulación financiera, permitiendo así  a los bancos de inversión, hacer operaciones de riesgo con los ahorros de sus clientes. Al final de esta década cientos de empresas fueron a la quiebra. Esa crisis les costó 140 millones de dólares a los contribuyentes. Miles de ejecutivos fueron a la cárcel por estafar a sus empresas. De los casos más notables, Charles Kiting, que contrató al economista Alan Greenspan, cuando comenzó a ser investigado. Greespan escribió un manifiesto en el que aseguraba que no había riesgo en las operaciones de Kiting, ni en sus planes de negocio. Poco después Charles Kiting fue a la cárcel y Greenspan fue elegido presidente de la reserva federal, y reelegido después por Clinton y Bush. La Administración Clinton continuó la desregulación con Greenspan y con los secretarios del tesoro Robert Rubin, antiguo presidente del banco de inversión, Goldman Sachs, y Larry Summers, profesor de economía en Hardvard.  En 1998 Citicorp y Traveller, se fusionaron en City Group, creando una de las empresas financieras más grandes del mundo. La fusión incumplía el acta glass Steagall, ley aprobada tras la gran depresión, para evitar que los bancos con depósitos clientes realizaran operaciones bancarias de alto riesgo. En 1999 a petición de Summers y de Rubin, el congreso aprobó el acta gramm-leach Bliley , que anulaba el acta glass Steagall y abría el camino a futuras fusiones.

La siguiente crisis fue a los finales de los 90. Los bancos de inversión crearon una burbuja con acciones de empresas de  internet. Y lo siguiente fue una caída en 2001 con pérdidas de 5 millones de dólares en inversiones. Elliot Spiter Hizo una investigación en la que descubrió que   los bancos de inversión habían impulsado empresas en Internet que fracasarían. A los analistas de bolsas se les pagaba en función del dinero que generaban.  Se descubrieron conversaciones privadas de los analistas de bolsa, en las que decían que empresas como Infospace era una basura (calificada con el rating más alto).  El documental muestra ejemplos de cómo las empresas bancarias tenían relación con actividades delictivas. Tal es el caso de Credit Suisse, que financiaba a Irán en la construcción de misiles balísticos;  City Bank, que evadió dinero procedente del narcotráfico en México, o USB que estafó 780 millones de dólares a los contribuyentes.

A principios de los 90, la desregularización y los avances en la tecnología dieron lugar a los productos financieros complejos, llamados derivados. Economistas y banqueros decían que eso hacía los bancos más seguros, pero los hacían más inestables. Los derivados permitían a los bancos apostar sobre cualquier cosa ( empresas, petróleo). En 1998 Brooksley Born fue elegida por Clinton como directora de la CFTC. En el cargo, presentó propuestas de regulación de los derivados. Los bancos dependían de ese tipo de operaciones con derivados, por lo que rechazaron rotundamente cualquier tipo de regulación estatal en los mismos. En 2000 el senador Phil Gramm tuvo un papel muy importante al conseguir que no se regularan los derivados. Después de dejar el senado Phil Gramm se convirtió en vicepresidente de UBS.

En diciembre de 2002 el congreso aprobó el acta de liberación de futuras mercancías. Escrita conjuntamente con los lobbys de la industria financiera, prohibía la regulación de los derivados.  Al tomar posesión Bush, el sector financiero era muy rentable. Gobernaban este negocio cinco bancos de inversión (Goldman Sachs, Morgan Stanley, Merrill Lynch, Lehman Brothers, y Bear Stearns) y dos conglomerados financieros (Citigroup, Jp Morgan), tres compañías de seguros ( AIg, MBIA, AMBAC), y tres agencias de clasificación ( Moody’s, Standard and Poor’s y fitch). Y para unirlos a todos estaba la titulización de la cadena alimentaria.  Nuevo sistema que conectaba millones de dólares en hipotecas y préstamos, con inversores por todo el mundo. Los bancos de inversión combinaban las hipotecas de los propietarios con otros préstamos (como préstamos de coches)  para crear complejos derivados llamados obligaciones de deuda colateral, o CDO. Entonces los bancos de inversión vendían las CDO a los inversores. Entonces cuando un propietario vendía su hipoteca, iba a parar a inversores de todo el mundo. Los bancos de inversión pagan a agencias de calificación para que evalúen las cdo. Y muchas recibían la triple calificación. Las agencias de Calificación no tenían ninguna responsabilidad si sus predicciones resultaban erróneas. Pero nadie en la cadena de titularización se preocupaba por la calidad de la hipoteca. Se concedieron muchos créditos de riesgo, llamados subprime, con unos intereses más altos que los créditos corrientes.

Parte dos. La Burbuja. Como todo el mundo podía comprar una casa debido a la concesión de hipotecas sin importar el riesgo,  el precio de la vivienda se disparó. El resultado fue la burbuja financiera más grande de la historia. Se concedían Hipotecas por el 99% del valor del inmueble, ignorando la posibilidad de que la situación económica de las personas que la solicitaban pudiera cambiar. Aun a pesar de este riesgo de impago, recibían una calificación triple A por las agencias de rating más seguras del gobierno. Los CDS (Credit Default Swaps) son un contrato bilateral entre un comprador y un vendedor de protección. En este contrato el comprador se compromete a realizar una serie de pagos en el tiempo (primas) y el vendedor se compromete a cubrir parte o el total del crédito asegurado en caso de que éste no sea cancelado.[1]  Tras la caída de Lehman Brothers en 2008, La Reserva Federal rescató a la aseguradora American International Group (AIG)  prestándole 85 millones de dólares públicos. Los bancos de inversión animaban a los inversores a comprar acciones de empresas que no tenían futuro en el mercado, pero que obtenían la máxima calificación de las agencias de rating. Recibían grandes compensaciones económicas por estas calificaciones, sin tener responsabilidad.

Parte tres. La crisis. En 2005 el economista Ben Bernabake fue nombrado por la Administración Bush, presidente de la Reserva Federal. La concesión de Hipotecas Subprime, en 2006 alcanzó su máximo apogeo.

Mientras que la Reserva Federal estadounidense, no hacía nada, ni reconocía la situación alarmante de la economía, otros si lo hicieron. Raghuram Govinda Rajan, gobernador del Banco Central de la India, y economista jefe del Fondo Monetario Internacional hasta 2007, y el economista Nouriel Roubini denunciaron esta situación de emergencia.  Al terminar 2008 explotó la crisis financiera que sumió al planeta en una recesión que continúa ahora. Los prestamistas ya no podían vender hipotecas suprime empaquetadas en derivados a los bancos de inversión. Creció el paro nacional, por lo que los propietarios dejaron de pagar las hipotecas. Explotó así la burbuja inmobiliaria y cayó el precio de la vivienda.  Todo el sistema se congeló. La caída de Lehman Brothers tuvo una importante repercusión en el sistema mundial. No fue la única corporación bancaria en la quiebra. Merril Lynch fue absorbida por Bank of America; AIG con sus cuentas repletas de CDS, con los que no podía, fue rescatada por el gobierno.  Esta deuda generada de forma privada, fue pagada con un rescate público de 700 mil millones de dólares, aprobado por Bush, en Octubre de 2008.  Irónicamente, el secretario del tesoro Hank Paulson, había sido consejero delegado de Goldman Sachs, uno de los bancos de inversión protagonistas en esta crisis financiera.

Parte Cuatro. De quien es la responsabilidad. El profesor Hubbard, decano de la escuela de negocios de la Universidad de Columbia, Nueva York, también fue asesor económico de la Administración Bush. Como Hubbard, muchos economistas de las escuelas de negocio estadounidenses, pertenecían a los consejos asesores de las grandes corporaciones financieras, y algunos tenían un cargo público en la Administración. En el documental Hubbard, rehúsa contestar si existe conflicto de intereses en las escuelas de economía. En la misma línea, el presidente del departamento de economía de Hardvard, justifica que el hecho de que recibieran sus ingresos por parte de asesorar, no implica que no lo hicieran bien.  Muchos intelectuales académicos apoyaban la desregulación financiera, por proporcionarles beneficio propio.

Parte Cinco. ¿Dónde estamos ahora? Año 2010. La industria financiera estadounidense es más grande y está más concentrada. Después de la crisis de 2008, los conglomerados financieros se hicieron más grandes al absorberse unas empresas a otras. JP Morgan compró Bear Stearns; Bank of América compró Merrill Lynch y Countrywide y Wells Fargo adquirió Wachovia, entre otras operaciones similares.

El incremento del poder del sector financiero en Estados Unidos desde los años 80 hasta ahora, ha influido en el incremento de ciudadanos por debajo del umbral de pobreza. Estados Unidos era el país desarrollado con el mayor reparto desigual de riqueza.

El empleo al que podían acceder los estadounidenses, principalmente en la industria tecnológica, ofrecía salarios elevados, pero requería una educación universitaria. Una educación al que, tras las subidas de las tasas públicas, el ciudadano medio estadounidense no podía acceder.  Una cita muy interesante  “Por primera vez en la corta historia del país, el ciudadano medio tienen menos educación y un futuro menos próspero que sus padres”.

En 2006, la administración Bush aprobó una política de crecimiento, diseñada por el profesor Hubbard,  economista jefe del gobierno, y profesor en la escuela de negocios de Columbia, que consistía en una reducción de impuestos sobre las ganancias de las inversiones. También se redujeron los dividendos repartidos a los accionistas

Obama, en su campaña electoral señaló en varias ocasiones la necesidad de imponer una regulación a Wall Street. Pero una vez que salió elegido, nombró como presidente de la reserva federal a William C. Dudley,  que había elogiado junto con el profesor Hubbert, los derivados financieros. También había sido economista jefe en Goldman Sachs. Hoy en día Larry Summers, es economista jefe del consejo asesor de Obama.  En 2009 nombró a Ben Bernake Jefe de la Reserva Federal. Obama, aunque criticó la falta de regulación financiera, puso a los padres de la desregulación, a cargo de los puestos más importantes de la economía estadounidense: Mark Paterson, Lewis Sachs, Gary Gensler, Mary Shapiro, Rahm Emanuel,

Martin Feldstein, Laura Tyson… Ninguno de los partícipes de esta “masacre” financiera ha sido condenado.

Aspectos Técnicos

El documental utiliza elementos narrativos para darle ritmo y color a la historia. Las imágenes y los sonidos acompañan en todo momento a la locución principal. Si los datos que describe son positivos, el documental los muestra con colores llamativos, y música relajante. Por ejemplo: el documental comienza contando que la situación en Islandia antes era diferente, había una estructura financiera sólida, y tenían muchos recursos naturales. La música es alegre, y las imágenes muestran muchos parajes de Islandia, con planos panorámicos.  Al contar la situación financiera de Islandia, el director contextualiza el tema sobre el que va a tratar.  Entre la Introducción, y la parte uno, aparece una especie de sumario, con música animada, en la que se muestran los testimonios más importantes que recoge el documental. Las frases con más gancho, y las personas más importantes (como Christine Lagarde).  En la parte uno, cuando enumeran los casos de empresas financieras que cometían acciones delictivas, imágenes y música de Jazz ( estilo gánster) se fusionan, consiguiendo totalmente la atención del espectador.  Otro aspecto es la delicadeza con la que se han elegido las transiciones de unas escenas a otras, de forma que el hilo conector no se rompe. A destacar el final con un traveling aéreo de la estatua de la Libertad, en la que el narrador enumera los directivos financieros que no han recibido castigo por su participación en la crisis mundial, y asegura con una frase épica final ( acompañada de una música reagge) , que “A veces merece la pena luchar”, y acto seguido aparecen los títulos. Un final con mucha fuerza